miércoles, 26 de marzo de 2008

UNA HISTORIA DE TANTAS - 1ª parte -

Era aquí, en este punto de la línea, donde mis resplandecientes estrellas dejaron de lucir. Mi firmamento sufrió un apagón. Tú apareciste justo en ese instante tan necesario, cuando yo estaba pereciendo cual agonizante animal en su lecho de muerte. Así fue como encontró tu vida a la mía.
Un mal día de todos los que tenía, decidí agradecerte esa compañía enseñándote mi cielo oscuro y tú, con todo tu corazón, me pintaste un sol infinitamente brillante para que lo compartiéramos. Seguramente, no contento con haber conseguido darle color a mi existencia, decidiste continuar a mi lado. Me atrapaste dulcemente y volviste a recrear las mariposas que revoloteaban en mi bendito vientre. Fue entonces cuando con dedicación y cariño conseguiste desempolvar las palabras felicidad y alegría de mi mejor escondite. Lo encontraste y te quedaste en él.
Entonces yo desgastaba al tiempo.
En llegar la primavera nº 17 no tarde mucho en caer en lo cierto de que fue un grave error el de haber continuado a mi lado. No sé para qué te quedaste, ya no me hacías falta. Tu función era la de pintarme el sol no la de recuperar mis estrellas perdidas. Cumpliste tu función y no te fuiste. Tu capricho de no haberte ido lo pagué muy caro.
El otro “angelito” me hizo perder el Norte, pero tú me dejaste sin brújula.
Ahora es el tiempo el que me desgasta a mí .


Moraleja 1: Hay algunos que nunca debieron haber leído el cartel de “bienvenidos”.

Moraleja 2: Saber desaparecer en el momento justo, (tan bien como aparecer en el adecuado).

Moraleja 3: AVISO IMPORTANTE " leer la letra pequeña antes de firmar por vida ".